“La Repu” se llenó de pibes contra el hambre

Bajo la consigna “El hambre es un crimen”, participaron los ministros Larroque, Correa y Díaz. Enojo de Julio Garro.
Miles de chicos y chicas de barrios populares de toda la provincia de Buenos Aires marcharon hasta la República de los Niños para reclamar contra el hambre y para que el gobierno reparta los alimentos que aún retiene en los depósitos a pesar de los reiterados fallos judiciales.
La movida, a la que asistieron los ministros de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, de Mujeres, Estela Díaz y de Trabajo, Walter Correa, fue organizada por el movimiento “Lxs chicxs del pueblo”, que nuclea a cientos de organizaciones de niñez y adolescencia, entre ellos centros comunitarios, comedores, clubes, escuelas populares y hogares.
“Lo hacemos en ‘la Repu‘ (N de la R: como llaman los platenses a la República de los niños) por varios motivos”, afirmó una de las organizadoras, la diputada mandato cumplido Claudia Bernazza. “Porque nos permite eludir el protocolo de seguridad de Patricia Bullrich, porque nos pareció original y porque este espacio fue pensado para iniciar a los pibes en la vida democrática.”
Las consignas que se repitieron a lo largo de toda la jornada, “El hambre es un crimen”, Con ternura venceremos”, “Los chicos no somos peligrosos, estamos en peligro” y “La deuda es con los pibes, son las mismas que el movimiento viene planteando sistemáticamente a lo largo de los últimos años.
En marzo pasado, “Lxs chicxs del pueblo” realizó un plenario en la CGT, para visibilizar la gravedad de la situación, que entonces era menor que ahora. En diciembre de 2022, habían realizado una también multitudinaria marcha a Plaza de Mayo.
En las actividades del movimiento, aunque hay presencia de adultos, la palabra y el protagonismo son básicamente de los niños y adolescentes. Los que asistieron a aquel plenario, fueron elegidos por sus pares, vecinos y compañeros, para representarlos y llevar su mensaje y su preocupación.
También en esta ocasión, fueron pibes y pibas los que, micrófono en mano y frente a la multitud, se hicieron cargo de las vocerías. Axel, Morena y Bautista se presentaron como “hijos de laburantes, que se parten el lomo todo el día y cada vez les alcanza para menos” y reclamaron “empatía”. “¿De qué libertad hablan cuando no se puede comer, no se puede estudiar?”, reclamaron.